jueves, 17 de enero de 2013

Too much promiscuity

A trabaja con B. A se pelea con B porque conoce a a y no prospera con a porque se confunde con b. A queda embarazada justo cuando iba a empezar algo con C, pero no sabe quien es el padre del embrión si a, B o b. B es muy intuitivo y sospecha de su paternidad, se pone en contacto con sus dos colegas de viaje y ante la imposibilidad de descartar donantes por la variable temporal, comienza una posible ecuación en base a las características físicas que pueda heredar el óvulo facundado. 
Nueve meses más tarde y con tres resultados aparentes como variables, Aa, Ab o AB, el niño no responde a ninguna peculiaridad genética premeditada, y el padre (declarado por la madre) no conjuga en el mismo idioma que las incógnitas, pero Mendel, después de experimentar y cruzar flores para adelantar la cara del recién nacido, parió las leyes de la herencia genética, y abortó una relación conflictiva.

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